martes, 15 de abril de 2008

La famosa algarroba

En la ignorancia está la felicidad. Así que cuando por motivos de trabajo te obligan a formarte en un nuevo campo, acabas rabiando hasta que consigues aprender o que desistan tus promotores.

Esto mismo le pasaría a una usuaria administrativa que lleva en su puesto toda la vida, y que bien entrados en el siglo XXI se ha visto obligada a substituir su máquina de escribir por un PC con paquete básico de ofimática.

El tema es que en sus cursillos de formación, que si words con texto apaisado, que si excels que quieren ser como bases de datos, que si ahora puede abrir los famosos powerpoints acumulados en navidad... pero en dichos cursillos pasan por alto que hay gente que no nace aprendida y que desplazar el ratón ya es un logro. Y es que enviar un e-mail es más complicado que encontrar un buen curro sin enchufe.

Conversación telefónica cómo no a última hora de la tarde:

Usaurio: Necesito enviar una factura a la Empresa Incauta.
- Esa era su necesidad, enviar un mail con un adjunto -

Lapsus: ¿tiene la dirección de correo electrónico de la empresa y el archivo preparado?

Usaurio: La empresa es Empresa Incauta

Lapsus: ¿sí, pero el email de contacto...?

Usaurio: Empresa Incauta.

Lapsus: ...

Lapsus: Lo siento, pero no podrá enviar el e-mail sin saber la dirección adecuada.

Usaurio: Ah! Espera que tengo aquí anotado en un post-it... contactoaempresa.com

Lapsus: Será contacto ARROBA empresa.com

Usaurio: ¿Está seguro? aquí tengo claramente una "a", está señalada y todo con un círculo para que me fije bien...

A esto añadirle la explicación sobre cómo usar el AltGr (5 minutos) y cómo añadir un adjunto (15 minutos).

Las cosas por su nombre

Hay veces que puede haber cierta confusión con los términos "cerrar sesión" y "reiniciar". La jerga del hardware también puede liarse cuando nos referimos a CPU, torre, carcasa, equipo... los lusers con su limitada inteligencia y estos términos informáticos pueden hacer un mundo de una tontería, o al revés.

Hará un par de meses que me llama un usaurio a las 11 de la noche. Quien le dió mi teléfono personal yace muerto desde entonces. Cosas mias que me levanto a las 5:30 y tenía ganas de finiquitar lo que fuera lo antes posible. Y lo típico, lo que está de moda últimamente: la confusión entre google y internet explorer. Pero llevada mucho más allá.

La persona en cuestión, de trentaytantos años, no discernía terminos básicos como ventana, escritorio, icono, internet. Lo único que reconocía era el Messenger, que lo había utilizado alguna vez. ¿puede existir alguien que chatee y que no haya navegado nunca? El objetivo era bien sencillo: entrar en una página web concreta. Nada más. Fueron 45 minutos bien aprovechados, porque pude ver cuan puede el ser humano ser cabezota y feliz a la vez .

Destiné una intensa parte de mi tiempo dejándole caer suavemente que la tarea de formación tenía que procurársela por otros medios, que yo no podía hacer magia por teléfono o sencillamente QUE NO ERAN HORAS.

Desistí definitivamente cuando, intentando explicarle cómo meter la dirección en la barra del navegador y no en google, averigué que intentaba escribir la URL en en campo de "login" de su antivirus caducado, que le había salido como popup bien centradito en el lugar que ocupa el google.

Una situación parecida me ocurrió no hace mucho con un cliente para el que desarrollé una página web. No la veía bien, y se me ocurrió que igual era por su versión del navegador. Una hora estuve al teléfono para conocer si utilizaba IE6, IE7 o algún mozilla. Al final conseguí que hiciera una captura de pantalla y me la enviara por correo. Tenía el IE5 "tuneado" con tropecientas barras amistosas, con razón no encontraba lo de "Ayuda -> Acerca de"...

Algo tan sencillo como saber la versión del navegador con sólo un vistazo al icono o a la ventana es suficiente para nosotros. Para ellos, a veces ni siquiera llegan a entender el concepto navegador, ventana o incluso versión.

lunes, 14 de abril de 2008

Cyberdemon, hasta siempre

Hace poco acabó un periodo de 5 largos años en los que he he vivido y sobrevivido con lo que he podido rescatar de las sobras de otras máquinas. 5 años de penurias en las que mi "flamante" ordenador se fue quedando atrás, cojeando, con una avería tras otra que fue mermando su rendimiento hasta casi la muerte. Salvo honrosas excepciones (Half Life2 y derivados), la mayoría de juegos se quedaban al margen del día a día e incluso las herramientas de trabajo se notaban resentidas.

Por motivos personales y laborales durante 5 años el grifo económico al lado tecnológico de mi vida estuvo cerrado. Suaves y frescas gotas se escaparon de vez en cuando, en forma de videojuegos y/o consolas, pero ahí estaba el PC, cariñosamente llamado cyberdemon, con artritis y sin munición gritando por mi atención y la de mi bolsillo.

Hay dos maneras de afrontar el paso de los años con un ordenador. La más habitual, práctica y disfrutable es ir actualizando cada tanto los componentes según las necesidades, riquezas y obsesiones del usuario. La otra es dejarlo morir con una acumulación cada vez mayor de averías a la espera de un milagro. Este camino tan doloroso para alguien del ramo es el que tomé.

La generación perdida es toda la oleada de componentes y tecnologías que nunca conocí. Cuando compré a cyberdemon me empapé hasta arriba de información, análisis, comentarios en foros... Muchos coincidirán que el proceso de selección es mejor que no la consecución del objetivo. Pero tras una eternidad de tiempo en la que estar al día no me servía ni personal ni laboralmente (en la empresa estábamos con PentiumII ¬_¬), me perdí todo lo que hubo más allá de las nForce2, de las Radeon de 9xxx, de los Athlon mononucleo y del AGP. Incluso caía en la vergüenza cuando, siendo informático, nunca había presenciado la diferencia de anclaje de la RAM DDR2 respecto a la DDR1.

La gota que colmó el vaso, la muerte del corazón de mi bestia. Mi Athlon XP 2600 tuvo que ser substituido en un transplante urgente por un todopoderoso Duron 900mhz y a partir de ahí era como no tener nada.

El equipo sigue vivo, pero ya no es el mismo. No recuerda lo que era la agilidad ni el rendimiento, y sólo sirve como acceso a sus múltiples y ruidosos discos duros pATA para poder recuperar datos que sólo sirven de base para la nostalgia.