miércoles, 12 de marzo de 2008

En un mundo mejor (I)

Repasemos este relato, un flujo de trabajo cualquiera en una empresa de aprox 100 personas:
  1. Al departamento de Troquinación Tecnopenosa le surge un nuevo proyecto para un cliente potencial. Un proyecto suculento pero que se aleja levemente de la línea de trabajo habitual. Se firma acuerdo y manos a la obra.

  2. Dicho proyecto conlleva requisitos y necesidades. De personal, de conocimientos, de procedimientos... y de medios. Medios informáticos. Tecnología. Tanto hardware como software. Y fíjate por donde, hay un departamento que se dedica a eso: el de Tecnologías de Información (IT, o tradicionalmente el de sistemas informáticos y demás).

  3. Reunión nº 1 entre (IT) y el de Troquinación Tecnopenosa (TT). Objetivo: proponer objetivos sobre la mesa, viendo el proyecto en su extensión y totalidad, y trasladar y expresar necesidades. Todo y que el trabajo propio de ese proyecto no lo van a realizar los miembros de IT, sí necesitan conocer los procesos para evaluar y cubrir las necesidades tecnológicas.

  4. Reunión nº 2 entre IT y TT. Basándose en la experiencia informática, análisis de trabajo, consultas varias (a proveedores o amigos o foros...), el departamento IT propone soluciones de hardware y software argumentadas y debidamente presupuestadas.

  5. Reunión nº 3: Tras estudios, cábalas, observación de la alineación planetaria y demás mondangas, se negocia y aprueba la implementación de tal soft en tal hard para que el proyecto tire adelante. Igual no son las soluciones más potentes que se habían planteado en un inicio (mirando a medio-largo plazo), pero son sobradamente suficientes.

  6. Meses después, el proyecto comienza a dar sus frutos con éxito elevado y quizá un pequeño margen de retraso. El departamento IT acaba su tarea de implementación con satisfacción, experiencia, reconocimiento merecido y con la sensación de un trabajo bien hecho. Los de TT aprenden a utilizar las herramientas, tienen incluso acceso a formación o soporte técnico.

  7. El cliente, de una manera u otra, se da cuenta del bien hacer de la empresa. Aunque igual le sale un poco más caro y más tarde de lo previsto, seguro que repetirá. Las cosas funcionan. Como deben. Fin.
Bien, pues este mundo es posible. En los mundos de yupi o en el país de las drogas blandas legales.

Próximamente la segunda parte.

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